Crema de oreo, yogur y chocolate blanco.
Ingredientes
- Chocolate blanco 100 g
- Leche 30 ml
- Gelatina en polvo 1 cucharadita de moka
- Yogur natural azucarado 2 cucharaditas
- Galletas Oreo 50 g
- Nata líquida para montar 250 ml
- Azúcar 10 g
- Galletas Oreo mini para decorar 6 Unidades.
Mezclamos la gelatina neutra en polvo con las dos cucharadas de leche, removemos y dejamos reposar unos cinco minutos hasta que la gelatina se haya disuelto. Separamos las onzas de chocolate blanco, las introducimos en un cuenco resistente al calor y lo fundimos al baño maría, colocando el cuenco sobre una cacerola con agua al fuego con un hervor suave.
Agregamos la gelatina disuelta en leche al chocolate fundido, pasándola por un colador para asegurarnos que no quedan grumos. Removemos con unas varillas hasta integrar, sin parar. El chocolate cambiará de consistencia y se volverá muy espeso, pero esto es perfectamente normal. Agregamos medio yogur y removemos con las varillas. Notaremos que la consistencia de la mezcla cambia de nuevo y se vuelve más fluida.
Batimos el resto del yogur en un cuenco amplio y le agregamos, muy poco a poco y en hilo, la mezcla del chocolate blanco. Removemos con las varillas al tiempo que lo incorporamos, sin parar, para que no se nos formen grumos. A continuación, machacamos las oreo en un mortero y las agregamos a la mezcla. Dejamos que la mezcla repose y se atempere en la nevera durante 10 minutos antes de continuar.
Mientras tanto, montamos la nata con ayuda de unas varillas eléctricas. Debemos asegurarnos de que está bien fría, de lo contrario no montará. Dividimos la nata en dos partes iguales y, a una de ellas, le agregamos el azúcar glas y la introducimos en una manga pastelera con una boquilla de estrella. La otra mitad de la nata se la añadimos a la mezcla de la nevera, removiendo con suavidad para que no se baje, y la vertemos en seis vasitos o tazas de café de sobremesa.
Volvemos a introducir los vasitos o tazas de café en la nevera para que la mezcla tome cuerpo, aproximadamente 1 hora. En el momento de servir, decoramos cada vasito o taza de café con la nata montada que tenemos en la manga pastelera y coronamos con una oreo mini. Podemos espolvorear con un poco de cacao o con unas virutas de chocolate. Esto es totalmente opcional.